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Un Mundo de Dueños que viene por los superpoderes

1 de febrero de 2024. Por Maristella Svampa para elDiarioAr

No deja de sorprender que en un mundo en donde el 1% de los superricos acapara más del 50% de la riqueza generada; dónde el 10% más rico genera la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero; pese a todos los privilegios y superganancias que estos sectores obtienen, ya no se conformen con ello. No basta con seguir incrementando sus fortunas de modo infinito y de contaminar el planeta hasta el colapso: buscan también destruir toda resistencia y más aún, avanzar en lo que llaman la “batalla cultural”, legitimando el Mundo de Dueños, en nombre de la Libertad, del Individuo y el Mercado.

En Argentina, sin arrogarnos el rol de pioneros, actualmente nos erigimos en una de las expresiones más exacerbadas de este voraz Mundo de Dueños, que busca reformatear la sociedad, amoldándola a sus intereses y valores. Un Mundo de Dueños que viene por la destrucción del Estado y de sus regulaciones protectoras, por la derogación de los derechos sociales, culturales, económicos, de género y diversidades, ya semisocavados o maltratados, por los recientes derechos ambientales, y, más aún, por la aniquilación del primer derecho, el Derecho a la Protesta.

Este Mundo de Dueños que se erigió sin pudores de clase, al calor de la globalización neoliberal, no adviene como un rayo en un día de sol. Ni a nivel global ni en nuestra Argentina querida. Así como a nivel global, los partidos que se dicen de izquierda, democráticos y/o socialdemócratas fueron periclitando, y muchos ya no existen o están en manos de una clase política incoherente, poco audaz y muchas veces cooptada y enriquecida, alejada de los sufrimientos de las grandes mayorías; en Argentina tampoco venimos del mundo feliz de la Justicia social. Esa estructura de sentimiento que el peronismo supo alimentar en nombre de la Justicia Social y con el que las izquierdas trotskista y social vernácula no dejan de soñar de modo empecinado, hace rato que no es lo que supo ser.

Como en otras latitudes, la extrema derecha que representa Javier Milei logró capturar gran parte de ese descontento social, frente a un Estado extendido pero deficiente, que deja mucha gente afuera, que tolera mucha corrupción, agravado por los multiefectos de la crisis inflacionaria y el largo encierro de la pandemia. Pese a que el peronismo continúa controlando parte de la estructura política partidaria, ya no interpela aquella estructura del sentimiento que supo movilizar –sea en términos de baja o alta intensidad- en otros tiempos en clave de justicia social, de igualdad y de protagonismo de los sectores subalternos.

Milei rearticuló estos pesares y aspiraciones bajo una ideología extrema, cuyos ejes, la “libertad”, “el orden”, y la crítica a la “casta política” supieron ser altamente eficaces, contra la idea de una justicia social e igualdad cada vez más vaciada y sobreactuada. Y para ello cuenta con el apoyo de otros sectores conservadores y de derecha, ávidos de revancha social y política; cuenta con el declive republicano y recurrente de fuerzas históricas como la UCR, que siempre se dobla, pero no se rompe; y con el apoyo volátil de sectores dichos “federales” -una debilitada liga de gobernadores- capaz de venderse al mejor postor.

Hoy, mientras seguía el por momentos muy desalentador debate parlamentario por la llamada ley ómnibus, recordaba dos cosas: una, un reciente artículo de The Guardian, en el cual se menciona a los grupos que operan en las sombras, como Atlas Network y que está en el origen de los programas de shock de las extremas derechas. No hablamos ya de “Think Tanks”, sino de “Junktanks”, grupos/tanques de operadores abocados a la destrucción, que elaboran estos “programas de trituración” o “doctrinas de shock” (concepto de Naomi Klein).

La historia remite a Margaret Thatcher en Inglaterra y a Pinochet en Chile. Cercanamente está el ejemplo de Liz Truss, primera ministra inglesa, en 2022, que buscó implementar un “programa de shock” pero que solo duró 45 días. En Argentina la memoria mediana nos invita a recordar varios programas de shock: Martínez de Hoz bajo la última dictadura cívica-militar, (invocado varias veces hoy en la sesión de Diputados), el giro neoliberal de Menem en los 90, y el más cercano y fallido intento de Mauricio Macri.

Hoy es el caso de Javier Milei, que se propone con un mega DNU y una monstruosa ley ómnibus triturar derechos, aniquilar el Estado social (más allá de sus limitaciones) y a erigir al actual presidente en poderoso autócrata. El mismo Milei que recientemente en su discurso en Davos, trató a los dueños del mundo como “héroes”…

Hace tres años, en medio de la pandemia, ya se planteaba que, ante el incremento de las desigualdades sociales, seguramente se multiplicarían las protestas sociales en todo el mundo. Mucho más en países tradicionalmente desiguales, dependientes y periféricos, como los que abundan en la región latinoamericana. Ante tal realidad se abrían dos escenarios: uno, encarar una reforma social redistribucionista, lo cual implica tocar en serio los intereses de los superricos (una reforma tributaria progresiva muy amplia y profunda); dos, sencillamente apostar a la represión de las manifestaciones y continuar modificando la sociedad y el Estado a medida de sus “dueños”. Lograr un cambio de régimen, un estado de excepción, mientras se reprime en la calle, se ignora la emergencia social y ambiental y se profundiza la concentración económica.

Vemos que este segundo escenario es el que se va consolidando a nivel internacional. Y en Argentina, lamentablemente, somos pioneros. En suma, un país con el Congreso vallado y militarizado, que parece encaminarse a aprobar la media sanción de los superpoderes que exige este Mundo de Dueños. ¿Será que nos convertiremos en un monstruoso experimento libertario-patronal a cielo abierto?

La extrema derecha en el gobierno: en guerra contra el ambiente y la democracia

En medio del complejo entramado político actual en Argentina, se vislumbra una amenaza latente que compromete significativamente los avances alcanzados en materia ambiental y social. Sectores de extrema derecha, en alianza con los llamados sectores “dialoguistas” de otros partidos que han decidido abiertamente colaborar, han propuesto una serie de medidas regresivas que ponen en riesgo décadas de progreso en la protección de los ecosistemas y el bienestar de la sociedad.

La regresión ambiental impulsada por estos sectores busca desmantelar los logros alcanzados en materia de conservación ecológica y ambiental. A su vez, pretende erosionar los fundamentos mismos de la democracia y la institucionalidad republicana. Bajo el pretexto de una supuesta liberalización de los mercados financieros, estas acciones representan una amenaza directa. Tanto para el patrimonio natural, los bienes naturales, la salud pública, los equilibrios ecológicos como para el debido proceso democrático. En el camino socava cualquier intento de avanzar hacia una transición ecosocial que promueva el bienestar de las personas y las comunidades de nuestro país.

Ante este escenario crítico, el Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial y la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas han intensificado sus esfuerzos para enfrentar estas tendencias regresivas. A través de un exhaustivo análisis técnico y legal, hemos identificado las múltiples aristas de esta amenaza, poniendo de relieve los ataques directos a la legislación ambiental, legitimadas por ser producto de conquistas populares y sociales, y a los principios democráticos que estas propuestas conllevan.

Es crucial resistir con firmeza estas medidas que menoscaban las bases necesarias para avanzar en una verdadera transición ecosocial, que se sustente en la justicia social y ecológica, esenciales para construir un futuro para todos los argentinos y argentinas, así como para las generaciones venideras.

En este sentido, es imperativo que los representantes del pueblo actúen en consonancia con los intereses de la ciudadanía y se comprometan a salvaguardar el bienestar y la prosperidad de la nación y la región en su conjunto.

Beneficiados por la Ley Omnibus

Elsztain, Macri, Caputo y Barrick Gold, los beneficiados por el DNU y la Ley Ómnibus

enero 18, 2024

La Asociación de Abogadxs Ambientalistas alerta que las modificaciones que propone el Gobierno en materia ambiental son una “invitación a la destrucción”. La desprotección de bosques, glaciares y humedales favorece a un puñado de empresarios. “Los diputados deberán decidir si están del lado del lobby o de los intereses de la sociedad y la naturaleza”, afirman.

*Exposición de Enrique Viale realizada en representación de la Asociación Argentina de Abogades Ambientalistas, el 15 de enero en la Cámara de Diputados de la Nación, en el marco del debate en comisiones por la aprobación del proyecto de Ley Ómnibus.

Publicada en Agencia Tierra Viva

Estamos en un momento clave, histórico, preocupante. El proyecto de Ley Ómnibus y el DNU 70/23 son manifiestamente inconstitucionales, afectan el Estado de derecho y el sistema republicano de gobierno. Atacan la república, violan el Acuerdo de Escazú, que no permite la regresión ambiental. Ambos son un claro ejemplo de regresión ambiental.

Hasta hace poco estábamos debatiendo en el Congreso de la Nación si sancionábamos una Ley de Humedales. Ahora retrocedimos y estamos debatiendo leyes sancionadas hace quince años: la Ley de Bosques y la de Glaciares. Estábamos discutiendo el siglo XXI y nos llevaron a discusiones del siglo XIX.

Estamos viviendo olas de calor nunca vistas, tormentas —como la reciente en Bahía Blanca o en la ciudad de Buenos Aires—, incendios forestales y de pastizales. En el último tiempo, el 12 por ciento de la provincia de Corrientes, por citar un ejemplo, se prendió fuego. En Rosario, otro ejemplo, la gente usaba mascarillas por el humo y los hospitales estuvieron colapsados. Todo esto parece una serie distópica de Netflix.

Hemos normalizado estos hechos. Vivimos en una ceguera ecológica. 

Los diputados y las diputadas de la Nación saben de lo que estamos hablando porque la gente de sus provincias lo padecieron y lo van a seguir padeciendo. 

También atravesamos una sequía histórica, potenciada por los efectos del cambio climático global y la destrucción local de bosques nativos y humedales, que nos hizo perder más de 20.000 millones de dólares. Las quemas de esos territorios destruyeron las economías regionales. La sequía mostró la relación estrecha que existe entre los modelos de (mal)desarrollo vigentes y crisis climática.

En la región más desigual del planeta, América Latina, no es casual que los mapas de la pobreza coincidan con los del extractivismo. Ese mismo extractivismo que alienta el proyecto de Ley Ómnibus y que nos va a salir muy caro, incluso económicamente. 

Este año la Unión Europea anunció que no autorizará importaciones de carnes y granos de lugares con desmonte. Y en Argentina se busca cambiar la Ley de Bosques. En este país perdimos ocho millones de hectáreas de bosques, el equivalente a la provincia de Entre Ríos, desde que se aprobó la soja transgénica.

Todos los debates internacionales están atravesados por la problemática ambiental. Resulta geopolíticamente relevante abandonar la ceguera ecológica. Menos bosques y menos glaciares equivale a más crisis climática.

https://youtube.com/watch?v=DdfAoOCpj8s%3Ffeature%3Doembed
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Una reforma a pedido de los empresarios

Pero esta Ley Ómnibus tiene nombres y apellidos. El cambio de la Ley de Bosques tiene nombre y apellido: Eduardo Elsztain. El dueño del hotel donde estaba alojado hasta hace poco el presidente Javier Milei es también dueño de Cresud. Es el mayor terrateniente de Argentina: tiene casi un millón de hectáreas. ¿Saben cuánto desmontó ya Eduardo Elsztain, el dueño de Cresud, en Salta? 120.000 hectáreas. Es el equivalente a seis veces la ciudad de Buenos Aires. ¿Saben cuánto tiene planificado desmontar en su finca Los Pozos, en una zona hoy protegida por la Ley de Bosques? 150.000 hectáreas más. Si sale esta ley, las va a destrozar.

Otro beneficiado: Mauricio Macri, a través de su empresa Socma y la Finca Yuto. Esta firma ya desmontó 6.000 hectáreas. Y está pidiendo recategorizar zonas amarillas, que es lo que se quiere cambiar con esta reforma; 10.000 hectáreas es lo que planifica desmontar.

Los beneficiados por la Ley Omnibus tienen nombre y apellido: Eduardo Elsztain, Cresud
El multimillonario Eduardo Elsztain y el presidente Milei – Foto: Télam

Otro beneficiado: Luis Caputo, actual ministro de Economía. Ya desmontó 500 hectáreas en el departamento Copo en Santiago del Estero y tiene miles de hectáreas más por desmontar. 

Con la Ley de Glaciares ocurre lo mismo. Los glaciares son “fábricas de agua”, allí nacen muchos de los ríos de nuestro país que van dando vida y trabajo a su paso. Con esta reforma pretenden avanzar sobre estos ecosistemas, a pedido de otra empresa: Barrick Gold. Las modificaciones en la Ley de Glaciares que plantea la Ley Ómnibus fueron escritas por los abogados de Barrick Gold.

Con la Ley de Quemas ocurre lo mismo. Se quiere aplicar el mismo modelo que aplicó Jair Bolsonaro en Brasil, y que impactó severamente en la Amazonía, sus ecosistemas y los pueblos indígenas que la habitan. Los beneficiarios de esta reforma son las empresas forestales, las del agronegocio y las del negocio inmobiliario.

En definitiva, el combo DNU, derogación de Ley de Tierras Rurales y proyecto de Ley Ómnibus es una invitación a la destrucción. De aprobarse, todos los bosques argentinos podrían ser desmontados, todos los glaciares destruidos, todos los humedales quemados. Estos ecosistemas serán sacrificados en el altar del agronegocio y de las grandes mineras transnacionales.

Hoy los diputados tienen una responsabilidad histórica. Los de Unión por la Patria, los de la Unión Cívica Radical, los del bloque de Miguel Ángel Pichetto (quien votó a favor de la Ley de Bosques, de Glaciares y la media sanción de la Ley de Humedales), los de la Coalición Cívica (“vienen por el agua”, decía Lilita: estos vienen agua, por lo glaciares, por los bosques). Más allá de los partidos, cada diputado de cada provincia tiene que volver a sus pagos y explicar, en Corrientes o en Santa Fe, por ejemplo, por qué votó en contra de la Ley de Quemas. Un diputado de San Juan, Mendoza o Santa Cruz le va a tener que explicar a sus hijos y a sus nietos por qué votó contra la Ley de Glaciares.

Van a tener que decidir de qué lado están. Si del lado del fuego, de los desmontes, de la destrucción de los glaciares o de la vida. Si del lado del lobby o de los intereses de la sociedad y la naturaleza. Tendrán que explicarles a sus hijos y nietos qué hicieron en 2024, cuando estaban en juego los bosques, los glaciares, los humedales.

Ley Omnibus Rogelio Frigerio

No se comprende, gobernador Rogelio Frigerio

por Jorge Daneri para Analisis

Es importante que nuestro pueblo, pueda saber de lo que se trata, ser claros, muy claros en semejante crisis de credibilidad, de la palabra, angustia social, cultural, ambiental, laboral y particularmente, constitucional, en un contexto de cambio de época, de crisis de civilización.

Las palabras tienen mucha significación, relevancia e impacto. Seguramente lo tienen muy claro.

En la reunión que el primer mandatario de Entre Ríos mantuvo hace horas con el ministro del Interior, “(…) el gobernador manifestó su apoyo “a la mayoría de las leyes enviadas al Congreso”, y afirmó que “Argentina necesita avanzar con reformas profundas”. Además, subrayó que “es un momento histórico para generar cambios que sean sostenibles en el tiempo y terminen con los privilegios de unos pocos”. Así se expone en el sitio oficial del Gobierno de la Provincia (1).

Parece se refiere entonces a las reformas profundas enviadas no en leyes, sino en el proyecto de Ley ómnibus ingresado al Congreso de la Nación, por medio del cual se intenta derogar, reformar, cientos de leyes vigentes. Y se manifiesta a favor de generar cambios, no se dicen puntualmente a cuáles se refiere; se manifiesta la convicción de terminar con los privilegios de unos pocos. No se identifican a los privilegiados, los pocos. No se comprende entonces quiénes son esos pocos.

En resumen, sería trascendente saber, conocer muy puntual y detalladamente, cuales cambios de la mega ley acompaña el Señor Gobernador, cuáles son las reformas profundas que apoya y los pocos privilegiados que dejarán de serlo, muy bien identificados.

Ensayamos una lectura, ¿sería entonces que Frigerio acompaña las siguientes reformas profundas impulsadas por el Presidente Javier Milei en su iniciativa legislativa?: Realmente, ojalá estemos equivocados.

1) La propuesta del Presidente de la Nación implica el más grave retroceso posible en materia de protección de bosques nativos .”El proyecto de ley hiere de muerte a nuestros bosques nativos, su biodiversidad y los medios y modos de vida de comunidades enteras, atenta con una norma paradigmática de consensos alcanzados entre diversos actores para que prosperara en el Parlamento tras largos debates legislativos y condicionaría las leyes provinciales de ordenamiento territorial de bosques nativos”.

Aquí mejor ni comentar los tres años de incendios en el delta y la Provincia toda, el descontrol, falta de presupuestos y equipamientos, etc. Ni hablar de selvas en galerías y montes nativos. Menos de fondos que con la propuesta de la mega ley, desaparecen y queda la ley protectoria de los montes, totalmente desfinanciada. ¿Esto apoya el Gobernador?

2) El proyecto de ley pretende modificar la ley de presupuestos mínimos de protección de Glaciares “con el fin explícito de habilitar la actividad económica en la zona periglacial. Lo expuesto es una respuesta al constante lobby del sector minero en detrimento de la protección ecosistémica y constituye una clara vulneración al principio de no regresión ambiental contenido en el Acuerdo de Escazú.

¿Se acompaña violar el Acuerdo de Escazú en el ejercicio de sus herramientas de democracia participativa y ambiental?

3) El Señor Gobernador ¿acompaña la propuesta de reformas a la ley de presupuestos mínimos para el control de actividades de quema (Ley 26.562)? El proyecto mantiene la prohibición de actividad de quema sin autorización, pero establece una trampa infernal, precisamente. Determina un plazo de 30 días hábiles para que la autoridad competente responda a la solicitud de autorización. En caso de falta de respuesta, se considerará que la quema ha sido autorizada “tácitamente”. Notable privilegio, el silencio es interpretado de manera positiva generando una ficción legal que autoriza de manera tácita a avanzar con quemas sin presencia ni control de parte de las autoridades locales especializadas en manejo del fuego, sin ponderación de parámetros ambientales de ningún tipo.

Y así podríamos seguir, detallando los verdaderos privilegiados de las reformas, el poder de unos pocos personajes miembros del sindicato de las corporaciones del agronegocio, la mega minería y los combustibles fósiles, entre otros conglomerados de intereses, algunos aún impensados en la cultura de los paraísos fiscales.

Como la lista es interminable, incluso hace unos pocos días aún el Gobernador no había terminado de leer el DNU y el proyecto de mega ley que parece todo lo puede, recomendamos a la máxima autoridad constitucional de la provincia pueda acceder con sus equipos técnicos, donde se designó -en algunos casos- a seres humanos interesantes y competentes, se acceda a tres documentos relevantes, para no cansar al lector y observador interesado en tan delicado contexto que no se puede dejar de calificar, como brutal, ya lo hemos dicho, de terapia de Shock, en palabras de Naomi Klein:

https://farn.org.ar/wp-content/uploads/2024/01/FARN-sobre-Ley-Omnibus.pdf

https://aadeaa.org/la-sociedad-civil-le-dice-no-a-la-ley-omnibus/ (2)

Finalmente, el proyecto de mega Ley y el DNU atentan contra lo estipulado por acuerdos internacionales y los principios fundamentales del derecho ambiental reconocidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Usted sabe, o el Fiscal de Estado sin lugar a duda alguna, le puede narrar la historia social y judicial sobre la derrota legal de la provincia en el caso liderado por el colega Julio Majul y los derechos de la naturaleza de la cuenca del río Gualeguaychú. 

Este intento de retroceder en la protección y preservación del ambiente debe ser considerado ilegal e inconstitucional si logra, Señor gobernador, con el apoyo así manifestado en estas horas, ser sancionado por el Congreso de la Nación, lo que además, demostraría que las bases más sólidas e inapelables de la Unión Cívica Radical, se habrían fundido en el magma del mayor vacío ideológico de la historia argentina, en lo que ya dejaría de ser el centenario Partido de Alem, Yrigoyen, Ilia y Alfonsín.

El proyecto de Ley y el DNU, Señor Gobernador, es un ataque final frente a la posibilidad del ejercicio de la ética del cuidado de los territorios argentinos en todas nuestras fronteras, Entre Ríos, una de ellas, nacientes de cuencas, soberanía alimentaria y de nuestros ríos. La vida no se privatiza, sus reinos menos. No sea usted cómplice con todo su gobierno, de semejante agravio a la Constitución Argentina y al Programa Constitucional de nuestra provincia, una de las normas reformadas (2008) más avanzadas sobre ambiente y sustentabilidad de sus ecosistemas, de su territorio. Es éste su contrato y mandato social e institucional, no puede apoyar reformas nacionales extremas que violan groseramente la Constitución que el Señor Gobernador juró defender.

Referencias

1) https://noticias.entrerios.gov.ar/noticias/nota.php?id=76703

2) El presente texto se redactó sobre la base de los tres documentos citados en el mismo.

(*) Jorge Daneri es miembro de la Asociación Argentina de Abogadas/dos Ambientalistas y del Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial, (CAJE).

rondas de escucha

Rondas de escucha, frente a la política de shock

Por Jorge Daneri para Análisis

Deberíamos convocar a una secuencia de mesas redondas, de ejercicio pleno de la capacidad de escucha para saber que lo anunciado como nuevo no lo es; que es un conjunto de historias ya vividas por aquí y más por allá, que ahora vienen para, quizás, sostenerse por mucho tiempo, o nada. Depende de los pueblos y de legisladores nacionales que aún puedan preservar aquello de que se “rompa y no se doble”, o “la causas de los desposeídos”, o “la lucha contra el Régimen”, o “no hay justicia ambiental sin justicia social”, o, finalmente, “somos agua, monto, humedales, madre tierra”.

La primera conversación quizás debería ser imaginada con la presencia de tres seres, claro, muy especiales, conversando sobre la realidad política argentina, sentados en una mesa bien redonda del café Tortoni en Buenos Aires o en el teatro (público), el “Tres de Febrero” de Paraná, ciudad capital de la Organización Nacional.

En esa mesa debería estar Naomi Klein, Vandana Shiva, Timothy Snyder.

En la segunda ronda: Saskia Sassen, Nicholas Shaxson y Byung-Chul Han.

Deberíamos poder convocarlos a estos pensadores para compartir sus visiones sobre la agresividad de las viejas políticas de los mandatarios de la escuela económica de Chicago, ahora como integradas en cuestiones no de forma, como se nos quiere exponer, sino muy de fondo, y entonces comprender sus lógicas y consecuencias.

Nos podrían brindar algunas, sino todas las pistas, indicadores, sobre lo que muy probablemente suceda o, mejor, se profundice en nuestra tierra al sur del mundo, de concretarse las mismas, así impulsadas en el Decreto de “Necesidad y Urgencia” (DNU) y en el ahora proyecto privatizador de los ecosistemas estratégicos y vitales de argentina, expuesto en la iniciativa de Ley Ómnibus presentado ayer al Congreso de la Nación.

Pero antes, en estos tiempos de imposible descanso, reflexión pausada, evaluación de lo que nos sucede, intentar leerlos.

En el orden aquí presentados, entre otros tantos de sus textos, las siguientes obras: “La Doctrina del Shock: El auge del capitalismo del desastre”, Editorial Planeta, 2012. “Ecofeminismo”, Editorial Icaria 2016 y “Sobre la tiranía, veinte lecciones del Siglo XX”, Editorial Salamandra Ediciones, 2022.

Segunda vuelta

En la segunda convocatoria al ejercicio que proponemos, en semejante crisis civilizatoria y este experimento de privatización de la política, con mucha calma, del arte de la escucha, los referentes seguramente dejarían mudos a los lectores comprometidos, de convicciones no contaminadas por la crisis de representación política o, quizás, el saberse minoría y muy fuera de las grietas. Aquí sus libros, siempre en el mismo orden: Sassen “Expulsiones” Editorial Katz Barpal, 2015. Shaxson “Las islas del tesoro, Los paraísos fiscales y los hombres que se robaron el mundo”. Editorial Fondo de Cultura Económica, 2014 y Chul Han “Capitalismo y pulsión de muerte”, Editorial Herder, 2022.

Intentar un resumen de las magníficas obras de arte de estos seis seres humanos sería algo así como una denuncia activa y comprometida sobre la privatización de la política. La “No política”, es el mayor ejercicio de lo peor de la política en beneficio voraz de los capitales de todo tipo, concentrados en las mega corporaciones del agronegocio, la minería y los combustibles fósiles. Regiones del planeta de exclusión y expulsión, el capitalismo del desastre que se está llevando a la tierra puesta y con ella a las futuras generaciones. Privatización absoluta de los bienes comunes renovables y los no renovables. Aprenderíamos del rol de los paraísos fiscales, sus secuaces nativos y mecanismos al servicio del remate de los pueblos y sus territorios cargados de bienes naturales (litio, pesca, minerales, granos, maderas, diversidades biológicas, etcétera). Concentración del poder sin códigos ni parlamentos que puedan poner límites.

Para una tercera ronda de conversaciones, proponer a Maristella Svampa y Enrique Viale, seres de nuestra aún maravillosa tierra de Abya Yala, para que puedan participar sumergiéndonos previamente desde “Maldesarrollo. La Argentina del extractivismo y el despojo”, de Editorial Katz, 2015.

El proyecto de mega ley ingresado ayer, pone foco también en derretir la médula de la ley de protección de los Glaciares; lo mismo propone con el espíritu y razón de existir, de ser naturaleza, de la ley de protección de los bosques argentinos. Y ya avanza sobre el gran río Paraná, proponiendo ni más ni menos que la privatización de la Administración General de Puertos.

Es coherente el Presidente Javier Milei, el cambio climático, fuera. Los nuevos gobernadores deberán ponerse a estudiar los principios rectores de la política hídrica nacional y eso que denominan el ciclo del agua.

Recuerdo cuando no pocos encumbrados dirigentes de diversos partidos políticos denunciaban, “vienen por el agua”. Vamos a conversar con ellos ahora, vamos a invitarlos a la lectura y el estudio, convocarlos a la memoria reciente sobre de la construcción social e institucional de muchas de estas normas ejemplares, pero con los tiempos de la democracia ambiental, no de este delirio desenfrenado que borra las esencias, el espíritu de las leyes y la constitución nacional.

Antípodas frente a un supuesto nuevo contrato social, que por lo menos, no pocos, no vamos a acompañar y menos silenciarnos.