Etiqueta Archivos: Ecocidio

incendios

Incendios, la conspiración avanza

El Gobierno niega la crisis climática y desmantela políticas ambientales mientras los incendios arrasan ecosistemas. Se persigue a brigadistas y se fomenta el racismo anti-indígena con teorías conspirativas. Es urgente fortalecer la defensa civil y movilizar solidaridad ambiental para contrarrestar la indiferencia estatal y la manipulación política de la extrema derecha.

por Maristella Svampa y Enrique Viale para elDiarioAR

Enfrentamos un gobierno negacionista que, por definición, niega la crisis ecológica y climática y, por ende, suprime políticas ambientales y recorta cada vez más el presupuesto en nombre del ajuste fiscal, mientras los incendios previsiblemente se multiplican y devoran bosques, destruyen ecosistemas, seres humanos, animales y viviendas. ¿Cómo incidir públicamente o con qué estrategias responder en medio de esta crisis que no es solo ambiental, sino también política? Parece difícil de responder porque al Gobierno no le interesan los grandes incendios, ya que todavía percibe que no paga ningún costo político frente a la sociedad. 

En todo caso, creemos que es necesario recuperar o repensar algunas claves para poder enfrentar estos megaincendios del Antropoceno o el Capitaloceno: por un lado, información y capacitación. Por otro lado, solidaridad y empatía ambiental a gran escala.El primer eje apunta al Estado, porque requiere de políticas públicas, que es lo que efectivamente no está en la agenda del Presidente. Contamos con un sistema de información meteorológico altamente capacitado, que también ha sido afectado por despidos del Gobierno. Lo mismo ha sucedido con el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, que además de ser desfinanciado y precarizado, pasó de la cartera ambiental a la órbita del Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich. Así, en vez de estar planificando cómo activar las alertas tempranas (que se basan en datos meteorológicos, territoriales y en el monitoreo de las zonas más propensas a sufrir incendios), y que servirían para controlar la propagación de focos de incendios (intencionales o no), lo que el Gobierno está haciendo es reducir el personal científico y de defensa civil, mantenerlos en la angustia de la precariedad laboral permanente y amenazarlos con despidos o represalias si –por ejemplo- hablan de “cambio climático”. Es evidente que una política pública de adaptación y mitigación de la crisis climática debe pasar por el fortalecimiento y la contratación de más personal científico y de defensa civil, incluso de formación de más brigadistas entre la población y dotarlos de equipamiento y la logística adecuada.  

Pero lo cierto es que estamos ante un ecocidio anunciado: al Gobierno le interesa usar la información para sembrar noticias falsas en las redes sociales (como explica Giuliano Da Empoli en su libro Los Ingenieros del caos, al referirse a las extremas derechas), no para fortalecer un sistema de defensa civil o una red de información científica que permita prevenir, adaptarse y mitigar la crisis climática en curso. Las respuestas del Gobierno siempre van en la línea de la negación (como lo muestra el constante “Yo no dije lo que dije” del Presidente), a lo que se suman toda suerte de teorías conspirativas. Por ejemplo, se prefiere buscar un chivo expiatorio –como hizo el gobernador de Chubut hace un par de semanas y ahora replica la superministra de seguridad nacional Patricia Bullrich—, en continuidad con la campaña anti-indígena (que inició la propia Bullrich durante el mandato de Mauricio Macri), y alentar la hipótesis de que los responsables están entre la comunidad mapuche, lanzando todo tipo de acusaciones absurdas, cuando lo real es que las comunidades indígenas, por su cosmovisión, jamás prenderían fuego un árbol y son tan afectadas como cualquier otro sector de la población en estos incendios. Incluso muchos de los brigadistas en la primera línea de fuego son miembros de esta comunidad indígena. El racismo anti-indígena de este Gobierno otorga combustible fácil para encender aún más la mecha del odio y habilitar toda suerte de teoría conspirativa.

Más aún, las fuerzas policiales de la provincia estarían persiguiendo y deteniendo incluso a brigadistas comunitarios que están colaborando en el combate contra los incendios y del centro de donaciones en la Comarca Andina, de manera aleatoria, afirmando que han encontrado a los responsables de los incendios intencionales. También corre el rumor en la Patagonia que sería inminente el ingreso del Ejército a la región. Queda claro que están dispuestos a habilitar una verdadera cacería.

Falta que Milei culpe de los incendios a algún ambientalista también… Parece chiste, pero si Milei dijo hace poco en una entrevista que la izquierda debería hacerse cargo del “nacionalsocialismo” de la segunda guerra mundial, todo es posible en la Argentina de hoy. A algún troll envalentonado o alguna entusiasta diputada oficialista se le podría ocurrir y lanzarlo sin aspavientos al tóxico debate político que hoy impera en los medios televisivos.

El colmo del carácter anticiencia de este Gobierno, que viene desmantelando y desfinanciando el aparato científico nacional, se logró con la noticia de la salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un hecho sin precedentes, que provoca a nuestro país innumerables perjuicios muy concretos y un aislamiento en relación a la cooperación internacional en materia de salud.

Solidaridad y Empatía Ambiental

La pregunta también es cómo desmantelar las lecturas conspirativas. Estas no solo tienen por objetivo dar una respuesta fácil, rápida y mentirosa. Las lecturas conspirativas habilitan a quien las esgrime a “recuperar” el control, cuando todo es incontrolable. La extrema derecha LO SABE y lo viene haciendo en todos lados, utilizando hechos siniestros –se trate de un crimen aberrante o de un desastre ambiental— para apelar a teorías conspiranoicas, que des-responsabilicen al Gobierno y a los poderes económicos, y que fabriquen un culpable —que ineludiblemente está entre los sectores mas vulnerables de la sociedad—. Eso suele amainar las angustias de sectores de la sociedad que solo quieren volver a la situación anterior, negando las verdaderas causas de la crisis. 

El segundo eje apunta a la necesidad de organizar social y políticamente la solidaridad y la empatía, como claves para transitar una crisis ecológica anunciada, que se va agravando. La solidaridad que vemos emerger en los territorios dañados es conmovedora y de una gran potencia. Pero por el momento es posible en un escenario de colapso climático localizado. La pregunta es cómo potenciar esas solidaridades y empatía a una escala mayor. Necesitamos, como dicen Omar Giraldo e Ingrid Toro en un hermoso libro sobre “La Afectividad Ambiental”, de 2020, volver sobre la cuestión de las emociones y el régimen de afectividad. “Este régimen establece qué elementos pueden ser amados y ante cuáles se debe permanecer indiferente, modulando así la economía afectiva de los individuos. En este contexto, la afectividad no es caótica, sino que responde a una lógica y un orden que son determinados por las estructuras de poder.” Lo cierto es que deviene complicado y difícil en un contexto nacional donde la población —o más bien, diríamos, el régimen de afectividad— está siendo constantemente bombardeado con mensajes de insensibilidad y de crueldad.

En el contexto de la policrisis contemporánea, uno de nuestros grandes desafíos es trazar una vía de construcción colectiva hacia un cambio en la afectividad que nos reconecte con la pluralidad de la vida. Esto no se logra solamente por una vía racional o a través del conocimiento científico (que a veces asusta y desmoviliza), sino “por la revolución de los afectos y las emociones”, por la movilización en defensa de la vida que incluye no solo la nuestra y la de los vecinos, sino la de los seres no humanos, animales, bosques, fuentes de agua, que están siendo devastadas. Si no alentamos esa pulsión de vida, nuestros mejores sentimientos y emociones, en clave de construcción colectiva e interdependencia, de democracia plural y participativa, nadie se salvará. Ni siquiera los ricos o los grandes empresarios que hoy contratan bomberos privados para salvar sus propiedades… 

En suma, varias veces hemos hablado aquí que de cara a una transición ecosocial justa y popular es necesario pensar en las bases de un Estado Ecosocial para hacer frente al doble desafío, el de la crisis climática y el de las desigualdades sociales. Pero afrontar la policrisis en la que vivimos también exige activar colectivamente la pulsión de vida, el respeto por la diversidad y la interdependencia como condición de la vida misma, frente al proyecto destructivo que tanto hacia arriba (instituciones/Estado) como hacia abajo (subjetividades) impulsan políticos como Milei y el conjunto de las extremas derechas.

Ley de Bosques Chaco

Greenpeace y Abogados Ambientalistas piden a la Corte Suprema que frene los desmontes en Chaco

13 de mayo de 2024.- Organizaciones ecologistas presentaron hoy un escrito ante el máximo tribunal para denunciar la ilegalidad de la nueva ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de Chaco. La misma se realizó sin participación indígena y permitirá el desmonte en más de 1.200.000 hectáreas, aproximadamente 60 veces la ciudad de Buenos Aires,  incluso en corredores de conservación de grandes mamíferos como el yaguareté. Además, “legaliza” desmontes que se realizaron en zonas protegidas por la Ley Nacional de Bosques. (1)

Ver FOTOS

“Permitir desmontes en más de un millón de hectáreas es un despropósito, sobre todo teniendo en cuenta la alta deforestación que sufrió Chaco durante las últimas tres décadas. Argentina firmó un compromiso internacional de Deforestación Cero para el año 2030. Sin embargo, de madrugada y a escondidas del pueblo, la legislatura provincial votó una ley que reduce la protección de sus bosques. Esperamos que la Corte Suprema actúe rápido”, alertó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace. 

“El pasado lunes la Legislatura chaqueña, de madrugada, votó una Ley que habilita el desmonte de mas de 1 millón de hectáreas. No vamos a permitir que se realice este Ecocidio de la Mafia del Desmonte en Chaco. Una aceitada organización de destrucción y negociados con el bosque nativo. Usaremos todas las herramientas legales existentes y si es necesario iremos a tribunales y organismos internacionales”, advirtió Enrique Viale, Presidente de la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas.

En noviembre de 2023, la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró su competencia para resolver una acción de amparo presentado en 2019 por la organización ambientalista Greenpeace a favor del yaguareté y en contra de las provincias de Chaco, Formosa, Salta y Santiago del Estero, y el Estado Nacional, por permtitir la destrucción de su hábitat y violar lo establecido por la Ley de Bosques Nativos. 

En la misma causa, las organizaciones denunciaron en la Corte que la nueva ley provincial “no respeta el principio de no regresión ambiental ya que permitirá el desmonte en zonas actualmente clasificadas en la Categoría II – amarillo, al pasarlas a Categoría III – verde, algo prohibido por la normativa nacional. Se trata de un área de corredores de conservación y de amortiguamiento del Parque Nacional Copo, la Reserva La Pirámide y la Reserva Provincial Loro Hablador. Esto pone en riesgo la supervivencia de grandes mamíferos, como el yaguareté. De esta forma no se cumple con los Criterios 1, 2, 3, 4 y 5 de Sustentabilidad Ambiental establecidos por la Ley Nacional de Bosques”.

Por otra parte, las organizaciones ambientalistas advirtieron la falta de participación indígena, ya que “no se realizaron talleres en sus territorios y en su idioma originario, requisito para cumplir con la consulta libre, previa e informada establecida en tratados internacionales firmados por Argentina. La grave crisis climática y de biodiversidad en la que nos encontramos nos  obliga a poner fin a los desmontes y promover el manejo sustentable y la restauración de los bosques nativos, respetando los derechos y territorios de las comunidades indígenas”. 

En virtud de lo anterior, las organizaciones solicitaron cautelarmente al máximo tribunal la suspensión de cualquier actividad de desmonte y reiteraron su pedido de convocatoria a una audiencia pública al respecto.

Según datos oficiales, desde la sanción de la Ley Nacional de Bosques hasta fines de 2022 en la provincia de Chaco se desmontaron 485.162 hectáreas. El monitoreo satelital que realiza Greenpeace detectó la deforestación de 57.343 hectáreas en 2023. (2)

Notas:

  1. Escrito presentado ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación
  1. Deforestación en el norte de Argentina. Informe Anual 2023. Greenpeace Argentina https://www.greenpeace.org/static/planet4-argentina-stateless/2024/01/48dc2bc8-deforestacion-en-el-norte-de-argentina-informe-anual-2023.pdf 

Juicio Oral en Punta Tombo

Organizaciones querellantes celebran que se avance a juicio oral por la masacre de pingüinos en Punta Tombo

Por primera vez llega a juicio oral en Chubut una causa por crueldad animal y daño ambiental agravado

Las organizaciones querellantes Greenpeace Argentina, Fundación Patagonia Natural, y Asociación Argentina de Abogadas/os Ambientalistas celebraron el resultado de la audiencia que estuvo a cargo de la Jueza Penal Dra. Ana Karina Breckle. Luego de la instancia sucedida  el viernes pasado, la jueza convocó una nueva audiencia para el día de hoy para dar lectura a su decisión de elevar el caso a juicio oral y público. 

Desde las organizaciones consideraron que es un paso más para se haga justicia en nombre de los cientos de Pingüinos de Magallanes que fueron víctimas de atroces crímenes en la Reserva Punta Tombo, en la provincia de Chubut, entre agosto y noviembre de 2021. La decisión de la magistrada en favor ocurrió pese a que la defensa había solicitado el sobreseimiento del acusado; lo cual hubiera minimizado la gravedad de los delitos y abierto la posibilidad de que estos crímenes ambientales queden impunes.

El caso de la masacre de pingüinos en la Reserva Punta Tombo de Chubut no sólo representa un acto de violencia contra la naturaleza, sino que también subraya la importancia de avanzar en figuras del delito ambiental que terminen con la impunidad de estas acciones contra los ecosistemas. 

La denuncia presentada señala la configuración del delito de Crueldad contra los animales, establecido en la Ley 14.346 de Maltrato Animal, y el daño agravado sobre los ecosistemas, solicitando la adopción de medidas inmediatas para proteger a los pingüinos afectados, su entorno y hábitat natural. Asimismo, las organizaciones resaltan la necesidad de sancionar un proyecto de ley que incorpore un Capítulo Penal Ambiental en el Código Penal Argentino, para garantizar una respuesta adecuada frente a los delitos ambientales.

Sobre la Reserva Punta Tombo:

La Reserva Punta Tombo, ubicada en la provincia del Chubut, alberga una de las mayores colonias continentales de pingüinos de Magallanes del planeta. Lamentablemente, en el año 2021, esta reserva fue testigo de una masacre sin precedentes, en la cual mediante el uso de maquinaria pesada removieron el suelo pasando  por encima de la mayor colonia de pingüinos de Magallanes del mundo, desmontando la vegetación nativa y colocando cerco perimetral electrificado afectando el desplazamiento de la especie afectada, todas estas acciones sin autorización alguna. Este acto atroz constituye un ecocidio, un daño grave e irreversible contra la biodiversidad, los ecosistemas y los derechos de la naturaleza. 

Punta Tombo se extiende a lo largo de más de 210 hectáreas en la estepa patagónica, ubicándose sobre la costa del Océano Atlántico, en el departamento Florentino Ameghino, a 110 km de la ciudad de Rawson, capital provincial. ​El pingüino Magallánico, cuyo ​Estado de Conservación de acuerdo a la catalogación en la lista roja  de la IUCN es de Casi Amenazado, no sólo ha sufrido los impactos de la actividad humana en tierra, sino que también está amenazado por actividades que avanzan sobre el mar, ​principalmente la industria​ petr​olera​, la pesca intensiva y los efectos del cambio climático sobre los océanos.

Este mes se conmemora el Día Mundial del Pingüino. Estos animales desempeñan un papel importante en el ecosistema marino. Su salud es un indicador de la salud de los océanos, del Mar Argentino. Su presencia en las costas, particularmente en la Reserva Punta Tombo, enriquece la biodiversidad local y contribuye a mantener el equilibrio ecológico de la zona. Los pingüinos de Magallanes son una especie emblemática que simboliza la riqueza natural del país y el patrimonio de la biodiversidad. 

Link con fotos de Pingüinos de Magallanes aquí

📷 Laura Reyes y Pablo Borboroglu

Contactos de prensa: 

Lucas Micheloud (Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas) +54 9 341 304-2305

Florencia Rey  (Fundación Patagonia Natural) +54 9 280 430-5115

Matanza de pingüinos en Punta Tombo: organizaciones presentan querella penal

22 de noviembre de 2022.-

Las organizaciones Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas, Fundación Patagonia Natural y Greenpeace Argentina presentaron una querella penal respecto al ecocidio de cientos de pingüinos que tuvo lugar en la Reserva Natural Punta Tombo (Chubut), en 2021. En esta reserva se encuentra la mayor colonia de pingüinos de Magallanes del mundo. 

Durante agosto y noviembre de 2021, sin autorización previa de impacto ambiental y mediante la utilización de retroexcavadora, se abrieron caminos, realizaron desmontes de vegetación nativa y movimientos de suelo sobre el Área de la Colonia de Pingüinos de Magallanes y la ribera marina Punta Clara que limita con la Reserva Natural Punta Tombo, lo que ocasionó graves daños a la fauna, flora y los ecosistemas asociados.

Se estima que al menos 175 nidos fueron destruidos en todas las áreas de nidificación. Además, se instaló un alambrado electrificado a lo largo de 900 metros. En diferentes sectores, dicho alambrado impidió la libre circulación de los pingüinos al encontrarse a una altura inferior a la de esta especie. Este hecho ocurrió en el momento crítico del ciclo reproductivo, donde los pichones están eclosionando o tienen muy pocos días de vida, y deben ser alimentados con frecuencia por los pingüinos adultos. 

“Lo sucedido da cuenta que estamos ante una masacre de pinguinos a cielo abierto, actos atroces de crueldad animal y daños a los ecosistemas que no pueden quedar impunes”, sostuvo Lucas Micheloud, Co-director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas. “Necesitamos que la justicia condene a los responsables con las máximas penas previstas para estos hechos y que el Congreso de la Nación avance urgentemente en la reforma del código penal tipificando los crímenes ambientales”.

José María Musmeci, Director Ejecutivo de Fundación Patagonia Natural afirmó: “Es necesaria  y muy positiva la intervención de la justicia para reforzar los esfuerzos de conservación constante y limitar el accionar arrogante sobre la biodiversidad que nos pertenece a todos y no al propietario del área”. 

“Estamos frente a un verdadero ecocidio. Este es un claro ejemplo de cómo los ecosistemas y las especies son vulnerados a diario por la actividad humana. No podemos permitir que más hechos como este ocurran, necesitamos con urgencia una ley de delitos ambientales, que contemple penas específicas para estos crímenes”, mencionó Bruno Giambelluca, coordinador de la campaña de clima y energía de Greenpeace. 

Más información sobre la especie: 

El pingüino de Magallanes se caracteriza por medir unos 50 cm de altura aproximadamente, y su plumaje es blanco y negro. El color del plumaje le garantiza un eficiente mimetismo con el medio marino, y una serie de características relativas a la adaptación al clima, le permiten minimizar la pérdida de calor corporal. Se alimentan de peces, como sardinas, pejerreyes, anchoas y otros. Anidan en terrenos blandos cercanos a la costa y padres y madres se turnan para empollar los huevos y buscar alimento. Las crías alcanzan la madurez a los 90 días.

Más información sobre delitos ambientales: 

México y Brasil han avanzando en la tipificación de los delitos ambientales y cuentan con tribunales ambientales especializados. 

En Argentina, el Código Penal vigente, aunque con distintas reformas, es de 1921 y no cuenta actualmente con un capítulo penal ambiental que tipifique conductas cuyo obrar puedan afectar el ambiente y la madre tierra. Solo existen algunos tipos penales en leyes especiales. Algunas de las iniciativas que están hoy en el Congreso de la Nación apuntan a incorporar un capítulo en el código vigente o una ley especial, como la de Fauna y Residuos Peligrosos, y otras proponen una reforma general del Código Penal que incorporen los crímenes ambientales.