
Una industria bajo la lógica del despojo
La minería a gran escala implica procesos altamente destructivos. La remoción de montañas enteras, el uso intensivo de agua y químicos tóxicos, como el cianuro y el ácido sulfúrico, y la acumulación de desechos contaminantes son parte inherente de este modelo. A pesar de las promesas de generación de empleo y progreso, las poblaciones locales suelen quedar atrapadas en un círculo de contaminación, pérdida de fuentes de agua, enfermedades y desplazamiento.
Casos como Veladero en San Juan, Bajo de la Alumbrera en Catamarca y el avance de proyectos en Mendoza y Chubut muestran el patrón recurrente de violaciones de derechos ambientales y humanos. Además, la resistencia de las comunidades afectadas ha sido criminalizada, mientras las empresas mineras operan bajo marcos legales diseñados para maximizar sus beneficios y minimizar sus responsabilidades.